lunes, marzo 27, 2006

la caverna...

ENEMIGOS INTIMOS

La distancia al igual que el tiempo son dos situaciones tan impredecibles que causan una confusión en tu cerebro que hasta te provocan náuseas, son tan indescifrables que te acarrean una incertidumbre tan grande que hasta te provoca angustia, son inclusive tan caprichosos que hasta te irritan y te pueden desarmar el orgullo y crear un barullo de sentidos y una mezcla de felicidad y tristeza. Todo esto, porque no hay cabida para un centímetro de cordura en sus reacciones y relaciones, porque sus resultados son tan opuestos, tan distintos como el olvido y el extrañar, el odiar y el desear, el querer y el dejar (o marchar, o irse, o alejarse) o más bien acercar a dos personas que realmente se aman. La distancia al igual que el tiempo son dos situaciones inusuales, en la que la mayoría de las veces no se cree, o no se debiera creer, pero lo que sí queda claro es que se le debe dar una oportunidad, porque bien que mal, es el destino el único responsable de que ese par de enemigos íntimos se acoplen y se vuelvan (o conviertan) en un solo eslabón de la cadena de los desaciertos amorosos entre las parejas.