viernes, abril 28, 2006

la caverna...

después de intentarlo varias veces, se dió cuenta que no se podía, su paraguas estaba abierto, en media sala, el sillón roto por el gato (estúpidos gatos), la silla del comedor dos milimetros hacia la izquierda de como recordó haberla dejado, la cucaracha en la esquina, sus zapatos empapados, su pantalón roto, su camisa manchada, y justo ahi se dió cuenta que para él era imposible quejarse de la vida, porque bien que mal, el quejarse es para perdedores....

después de intentarlo varias veces, se dió cuenta que si se podía, su paraguas cerrado en un rincón, el sillón recién tapizado (el gato la mierda), la silla del comedor donde fuera, el piso barrido, sus zapatos secando al sol, su pantalón remendado, su camisa limpia, y justo ahí, se dió cuenta que el conformismo es de perdedores...